Con solo 7 semanas y con V trabajando, me dirigía a mi
segunda ecografía con mi hermana.
En la primera no se distinguía nada más que una pompita
redondita que era el inicio de una vida. Así que allá íbamos las dos, con una
media mañana dulzona para que se moviese (o eso había escuchado) mi hermana no
tenía nada que se le moviese, pero el dulce la pirra jejeje
Entramos puntuales, ecografía vaginal, aparato tamaño Nacho
Vidal y preliminares en plan “Buenos Días”. Y ahí estaba el pequeñín, como un
osito de gominola haciendo su baile gracioso…después bautizado por mi hermana
como Peter El Anguila.
Las lágrimas en los ojos no
tardaron, mi cara de estúpida no podía ser más estúpida, allí estaba, ajeno a
todo…tan pequeño ¡Todo iba bien¡
Pasaron las navidades, con metedura de pata incluida por
parte del “NoAbuelo”, ya que mis tíos no sabían nada y el lo soltó…sólo estaba
de 8 semanas!! Pero bueno no hay mal que por bien no venga y me pasé las
navidades celebrando sin alcohol, sin ibéricos, sin todo lo bueno de la navidad
pero con lo mejor…la noticia mas esperada, bonita y alegre de mi vida!!
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