Tras
una noche de horror, con dolor de cabeza y para arriba y para abajo, el cuerpo
no me pedía nada más que agua y agua, casi 2 litros en una noche me bebí. Por
la mañana al irse V a trabajar, me levante, desayune, y me volví a meter en la
cama con más dolor de cabeza. Ya no podía más, así que me tome un paracetamol,
y tras una hora y media sin resultado ninguno, ya me empecé a asustar.
Al
ser fiesta por el Corpus Christi, pues el centro de salud y la farmacia estaba
cerrada, quería controlar mi tensión…menos mal que la abuela de mi marido tiene
aparatos para controlar todo tipo de historias, así que allí que me fui. Primero
el azúcar 122 después de comer, no está nada mal. Luego la tensión, 15/9 y la
segunda toma 14/9…Ay, ay, ay!! El caso es que entre unas cosas y otras el dolor
de cabeza había cesado, pero la tensión me preocupaba.
Baje
a casa y me eche un rato, y al despertar de la siesta, más agua, dolor de
cabeza de nuevo pero menos intenso, así como de recuerdo y un nuevo síntoma,
pinchazos en los riñones…
Me
bajo a urgencias, enseguida me atienden, ecografía perfecta…el pequeño está
como si nada, sistemático de orina y monitores, en monitores me tomaron la tensión
hasta 4 veces y ya se había normalizado.
Era
la primera vez que me ponían los monitores, así que allí un rato medio echada
con dos cintas alrededor de la tripa, controlando pulso y contracciones y todo
perfecto.
Luego
a esperar resultados, lo más tedioso, pero ya mucho más tranquila sabiendo que todo
estaba bien. Por fin me llaman, me explican que al primer síntoma de dolor de
cabeza me tome el paracetamol sin miedo, que esta semana me controle la tensión
dos o tres veces, y que tengo infección de orina!! Ya os conté que soy propensa
a ello desde el tercer mes de embarazo, pero esta vez me ha pillado por
sorpresa porque no tengo síntoma ninguno. Me ha mandado unos óvulos más fuertes
que el resto de tratamientos durante 10 días por las noches para erradicar todo
tipo de infecciones, ya que son muy peligrosas durante el parto al estar en
contacto con el pequeño, y poder pasárselo a el chiquitín.
Y
sin más para casa, con V hecho un manojo de nervios, que ya le dije yo que
estuviera tranquilo que si se ponía así por una tontería, imaginaros el día del
parto!! Él que estaba trabajando y sin enterarse de nada, excepto de que había
pasado mala noche, de eso si se entera el pobre, y de pronto le digo que me
bajo a urgencias… y allí que se presentó, y no solo él, mi madre, mi suegra y
mi cuñada…la verdad es que aunque aliviada, me sentí estúpida,
porque a veces te encuentras mal, no sabes que hacer, y ante la duda bajas…y
luego gracias a Dios pues no es nada.
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