Las
3 de la mañana con mas sueño que ganas de vivir…metidos en la cama, V ya en el
quinto sueño, es de dormir fácil vamos, y de pronto ¡!zas!¡ un latigazo como un
globo pinchándose dentro de mi, una vibración dentro que me removió...me
levante de un salto de la cama, había roto aguas…no era gran cantidad, como
sale en las películas, si no como un vasito de agua…pero no había duda.
-V, he roto aguas, que he roto aguas!!
-Eh??
Anda, metete en la cama y duérmete un poquito
-Que
he roto aguas!!
¿Mi primer pensamiento? No te pongas nerviosa, tienes que generar oxitócina…acéptalo.
¿Mi
segundo pensamiento? Y ahora que?
Fui
al baño y al sentarme en la taza del wáter comprobé que a cada tos o movimiento
salía un poquito de líquido, muy poco, pero era inequívoco, había roto la
bolsa. Primera contracción, las 4 de la mañana. V frito como una croqueta, sin
reaccionar, yo solo quería que me diese una señal para saber que eso ya no era
cosa mia, que de verdad estaba pasando…pero no tardo en llegar, estaba de parto
de verdad.
Eso
empezó a marchar como la maquinaria de un reloj, empezaron cada 7 minutos y
estuve asi 2 horas, luego cada 6 minutos y ya mis nervios me empujaron a empezar
a preparar todo, había llegado la hora. ¿Quién me iba a decir a mi? Despues de
horas pensando en cómo sabría cuando bajar al hospital, en si me daría cuenta…y
me llega la forma más clara y concisa de tener que bajar. A las 8 y media
estaba entrando en urgencias de la mano de V y su madre, con contracciones cada
6 minutos de 1 minuto, seguía perdiendo liquido, me dejaron ingresada por
fisura de bolsa.
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